Hoy continuamos un paseo por nuestra fantástica villa y nos remontamos a sus orígenes. La villa de Salas aparece en fuentes documentales asociadas al río que fluye por sus tierras, conociéndose como Salas de Nonaya. Salas fue poblándose poco a poco llegando a conseguir en 1277 la carta puebla por obra de Alfonso X, instituyéndose la villa y el concejo de Salas.

Río Nonaya a su paso por Salas. Foto de Armando Capachon
Hoy en día, la Torre Medieval (S.XIV) alberga el Museo Prerrománico de San Martín. En 1959, en el momento en que se iba a iniciar la restauración de la torre, se derrumbó buena parte de la misma. La reconstrucción hubo de ser más agresiva de lo previsto, dando como resultado una forma de corte francés algo diferente de la antigua.


Con respecto a personajes históricos, podemos citar a Fernando Valdés Salas, que fue inquisidor general y autor de uno de los más famosos y censores Índices de libros prohibidos (1559), cuya difusión y lectura estaba prohibida en todos los territorios de la monarquía española. Está enterrado en la Colegiata de Santa María la Mayor, levantada por sus padres en Salas, en un bellísimo sepulcro realizado por el escultor manierista Pompeo Leoni, autor también de las famosas esculturas de bronce del Retablo mayor de la Basílica del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Fernando Valdés Salas
Para terminar, volvemos a la actualidad con unas vistas impresionantes sobre Salas y el verde paisaje asturiano desde el cementerio de Salas. En medio del cementerio se alza imponente un tejo (texu en asturiano), conocido como «Tejo de San Martín«. Está declarado Monumento Natural e incluido dentro de la Red Regional de Espacios Naturales Protegidos.
Tiene una altura de 15 metros, con un enorme tronco que supera los 6 metros de perímetro. Dentro del recinto del cementerio se encuentra otro tejo algo más pequeño que el anterior, con un tronco de 3 metros de diámetro. Para llegar hasta aquí hay que subir una cuesta con bastante pendiente, que sale a mano derecha desde la carretera general de Salas.

Tejo de San Martín
A pesar del esfuerzo, las vistas son impresionantes, como la villa en general. ¿Y qué mejor modo de disfrutar nuestra villa que venir a deleitarse con los dulces más típicos y exquisitos de la zona?

¡¡Feliz y lluvioso domingo!!
(Continuará…)