Rebuscando entre nuestra historia encontramos cómo Alberto Álvarez Peña nos narra en esta entrevista que su abuela solía contarle que en Salas, nuestra villa, antaño “la noche de Todos los Santos se vaciaban calabazas y se ponía dentro una vela encendida. Se colocaban en los huertos o en los cruces de caminos. Otro ejemplo es del monte Tandión, en Villaviciosa, por el que aquella noche nadie se atrevía a pasar porque creían ver allí el rostro del diablo. Se trataba de una calavera con una vela encendida que alguien colocaba allí para gastar la broma a los vecinos“.
Está claro que algunas tradiciones han perdido poder con el paso de los años, pero el espíritu aterrador de las calabazas continúa hoy en día presente, y aunque pudiese pensarse que Halloween es una «americanada», algunas costumbres tienen su origen más cerca de lo que pensamos. Y desde luego, hay una tradición que nunca, nunca pasará de moda, será la que nosotros os ofrecemos desde los Carajitos del Profesor de Salas, los de siempre, y es que… ¿quién va a pasar estos días sin probar nuestros espectaculares huesos de santo de yema y chocolate? ¿Y qué nos decís de nuestra otoñal tarta de calabaza? Dulces que están de miedo para una celebración única. Os esperamos en la Avenida de Galicia 21, Salas (Asturias). ¡Feliz y terrorífico fin de semana!