Así se siente Abril

Es uno de los cuatro meses que tienen 30 días y se cree que su nombre procede del verbo aperire (‘abrir’), asociándolo a que en este mes la primavera abre la tierra y crecen las flores. Además, abril se inicia el mismo día de la semana que julio todos los años. También como curiosidad, os contaremos que comparte con julio la rara característica de ser los dos únicos meses que son, a su vez, nombres de persona (Abril de chica y Julio de chico). Y no solo eso, sino que abril termina el mismo día de la semana que diciembre cada año.

Machado le dedicó un poema…

Abril florecía
frente a mi ventana.
Entre los jazmines
y las rosas blancas
de un balcón florido,
vi las dos hermanas.
La menor cosía,
la mayor hilaba …
Entre los jazmines
y las rosas blancas,
la más pequeñita,
risueña y rosada, 
su aguja en el aire,
miró a mi ventana […]

Y Antonio Flores, una canción…

Así sentimos abril. Así se siente en los Carajitos del profesor de Salas, los de siempre. ¡Feliz abril!

 

La primavera ya llega (que sí, que llega!)

Parece que nos la han robado en los últimos días, pero no, aquí está, haciéndose hueco entre el frío y la lluvia de los últimos días. La primavera llega a nuestras vidas y sí, nos altera irremediablemente, casi sin darnos cuenta y todo lo que trae son beneficios para nuestro cuerpo y nuestra salud.

En breve notaremos cómo mejora el tiempo (sí, de verdad que mejorará!!!), subirán las temperaturas, los días se alargarán (ya lo han hecho, aunque no lo parezca, y aún les queda un poco más) y tendremos posibilidad de disfrutar de más actividades al aire libre. Por eso y por otros motivos, esta época suele animarnos más que cualquier otra del año.

El sol, gran amigo de los españoles, es responsable de los cambios hormonales que favorecen una mayor actividad sexual. Sí, es una verdad con base científica. Muchos estudios afirman que en verano hay más sexo que en invierno.  La explicación está en una hormona: la testosterona, se ha comprobado que el sol tomado con moderación aumenta los niveles de testosterona en la sangre, y esta hormona es una de las responsables del apetito sexual.

Además, cuando hace buen tiempo dormimos mejor. Los días se alargan y nos resulta más fácil levantarnos descansados a pesar de haber dormido pocas horas. La explicación de nuevo se debe al efecto de los rayos UV en otra hormona, la melatonina, que se encarga de muchas funciones, entre ellas regular los ciclos de sueño.

Por otro lado, ¿sabías que hay cánceres que aparecen con más frecuencia en los países con menos horas de sol? Los países mediterráneos tienen una incidencia menor de cáncer de mama, cáncer de colon, etc. frente a los países nórdicos. La explicación a esta protección natural reside en el efecto protector de la vitamina D frente a los tumores.

Somos unos privilegiados, así que anímate, la primavera llega a nuestras vidas y en breve todos lo notaremos.

 

¡Buenas tardes!

En los Carajitos del Profesor sabemos que no hay nada mejor para acompañar el café o el chocolate de media tarde, que deleitarnos con nuestros maravillosos cubiletes de almendra…

Si a esta fría tarde de enero, además de la merienda, le añadimos un poema de Juan Ramón Jiménez, lo tenemos todo para acabar la jornada de este miércoles de la mejor forma posible… Eso sí, recordad que pronto llegarán las rosas y la primavera, y que el invierno no será eterno.

TARDES DE ENERO

Va cayendo la noche: La bruma
ha bajado a los montes el cielo:
Una lluvia menuda y monótona
humedece los árboles secos.
El rumor de sus gotas penetra
hasta el fondo sagrado del pecho,
donde el alma, dulcísima, esconde
su perfume de amor y recuerdos.
¡Cómo cae la bruma en el alma!
¡Qué tristeza de vagos misterios
en sus nieblas heladas esconden
esas tardes sin sol ni luceros!
En las tardes de rosas y brisas
los dolores se olvidan, riendo,
y las penas glaciales se ocultan
tras los ojos radiantes de fuego.
Cuando el frío desciende a la tierra,
inundando las frentes de invierno,
se reflejan las almas marchitas
a través de los pálidos cuerpos.
Y hay un algo de pena insondable
en los ojos sin lumbre del cielo,
y las largas miradas se pierden
en la nada sin fe de los sueños.
La nostalgia, tristísima, arroja
en las almas su amargo silencio,
Y los niños se duermen soñando
con ladrones y lobos hambrientos.
Los jardines se mueren de frío;
en sus largos caminos desiertos
no hay rosales cubiertos de rosas,
no hay sonrisas, suspiros ni besos.
¡Como cae la bruma en el alma
perfumada de amor y recuerdos!
¡Cuantas almas se van de la vida
estas tardes sin sol ni luceros!

Juan Ramón Jiménez